domingo, 3 de mayo de 2009

CONFLICTO DE DARFUR



La región de Darfur se encuentra en el oeste de Sudán, en la zona limítrofe con Libia, Chad y la República Centroafricana, e integra tres estados: Shamal Darfur, o Darfur Septentrional, Gharb Darfur, o Darfur Occidental, y Janub Darfur, o Darfur Meridional. En la región de Darfur conviven etnias negras africanas con población de origen árabe. La etnia africana más importante son los Fur, de los que toma su nombre el territorio, pero hay varias etnias más, entre las que destacan los Zaghawa y los Masalit.









Es un conflicto militar en curso en el oeste de Sudán, principalmente entre los Janjaweed, un grupo de milicianos formados por miembros de las tribus de los Abbala (criadores de camellos de etnia árabe) y los pueblos no Baggara, principalmente agricultores.





La formación de dos organizaciones rebeldes en febrero de 2003 declararon la lucha armada contra el gobierno sudanés y exigieron el fin de la marginación y discriminación de las etnias africanas. Esto resultó en una reacción militar masiva por parte del gobierno sudanés provocando una escalada. El gobierno armó a las milicia Janjaweed para combatir a los rebeldes e incluso bombardear un sinnúmero de objetivos civiles. No existe acuerdo en cuanto al número de muertes producidas por el conflicto. Generalmente se considera creíble la cifra de 400.000 víctimas y Se cree que más de dos millones de personas se han visto desplazadas de sus hogares a causa del conflicto.

Los conflictos interétnicos se deben sobre todo a la competencia por los escasos recursos de la zona, y se han agudizado en los últimos decenios debido al considerable aumento demográfico y a las condiciones climáticas adversas.

Las milicias Janjaweed permanecieron impunes aun después de cometer violaciones de los derechos humanos y atrocidades contra la población civíl bajo la responsabilidad del gobierno sudanés.
Una comisión de investigación constituida por el secretario general de las naciones unidas informa de ejecuciones masivas, violaciones masivas, desplazamientos forzados e incendios y destrucción de aldeas para impedir el regreso de los refugiados. Además, durante muchos meses se obstaculizó totalmente el suministro de asistencia humanitaria a Darfur.

En abril de 2004 se acordó un alto el fuego que es vigilado por la Misión de la unión africana en el Sudán (AMIS). Debido a las continuas infracciones cometidas por todas las partes, el mandato se amplió a la protección de la población civil directamente amenazada. La financiación de la AMIS está a cargo de donantes occidentales, en particular de la UE y sus estados miembros, los Estados Unidos y Canadá. La UE y la OTAN apoyan a la AMIS a nivel logístico, de planificación y transporte aéreo. El 12 de Junio de 2007 el gobierno Sudanés, sometido a una creciente presión internacional terminó por aceptar las propuestas conjuntas de la Unión Africana y la ONU para el envío de la misión de paz que contará con aprox. 26.000 efectivos militares y policiales que se realizó el 31 de julio del mismo año. La UNAMID dispone de un arreglo al capítulo VII de la carta de las naciones unidas a fin de poder garantizar tanto su propia protección como la libertad de movimientos de los servicios de ayuda humanitaria, respaldar la pronta y eficaz ejecución del acuerdo de paz de Darfur, impedir la obstaculización de su ejecución y ataques armados y proteger a la población civíl.

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